CIUDADES
Sostenibles
El crecimiento de la población y la urbanización es uno de los motores más importantes de la economía mundial de este siglo; en América Latina y El Caribe, más del 80% de la población vive en zonas urbanas.
La urbanización ha acelerado la demanda de acceso a la vivienda, a los sistemas de transporte y a los servicios básicos de mejor calidad. Es por ello que se requiere conjugar estas demandas con el desarrollo sostenible, siendo necesario, en mayor medida, el desarrollo de ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Para lograr este Objetivo del Desarrollo Sostenible (ODS) se requiere que los gobiernos locales adopten e implementen políticas y planes integrados hacia la inclusión social, el uso eficiente de los recursos, la mitigación y la adaptación al cambio climático y la resiliencia a los desastres naturales.
La adaptación al cambio climático y el aumento de la resiliencia de las zonas urbanas requieren de la planificación territorial y de la implantación de una infraestructura eficiente para disminuir la vulnerabilidad de la población.
En el desarrollo de ciudades sostenibles y resilientes, los materiales de base cementicea son esenciales para la construcción de viviendas, edificios, infraestructura de transporte (viaductos, puentes), servicios básicos (agua potable, saneamiento, pavimentos y drenajes), protección costera (rompe olas, escolleras), control de inundaciones (presas, parque lineales, canales) y deslizamientos (muros de contención), y en la infraestructura de energía (conductos, torres) y comunicaciones (fundaciones de torres).
El concreto es un material con un consumo de energía intenso y con emisiones, derivadas de la fabricación de sus componentes, en especial el cemento; sin embargo, a largo plazo su huella de carbono se ve compensada por ser una solución durable con bajo costo de conservación y de mantenimiento, más su larga vida útil y mayor resiliencia.