Objetivo 11:
Ciudades y comunidades sostenibles

El concreto está en el centro de los esfuerzos para mejorar la sostenibilidad y la resiliencia del entorno urbano, ya que reduce el efecto isla de calor urbano (frente a otros materiales y revestimientos oscuros) y absorber CO2; además es fundamental para la provisión de viviendas asequibles y resilientes para comunidades urbanas vulnerables.

Es importante destacar que este material también es más resistente a los desastres naturales y relacionados con el clima que otros materiales de construcción, lo que proporciona infraestructuras resilientes en las ciudades, desde el agua y el saneamiento hasta la vivienda y el transporte.

El manejo tradicional de los residuos en general para América Latina y El Caribe funciona a partir de la necesidad de deshacerse de ellos y en el mejor de los casos, se realiza su disposición final en rellenos sanitarios; sin embargo es evidente que no hay lugares suficientes para su eliminación en forma segura, limpia y sin impacto social y económico.

Frente a esta problemática ambiental, la industria del cemento y concreto está apoyando la gestión sostenible de los residuos sólidos mediante el coprocesamiento de combustibles derivados de residuos en hornos cementeros (un proceso que también reduce la intensidad de carbono del cemento y es una estrategia clave en producción de concreto neutro en carbono).